martes, 23 de octubre de 2012

Cosmología Guaraní



dios Tupá

La base de todo el sistema de creencias guaraní era el animismo. Esto es, la creencia en que entidades espirituales animan y permiten manifestarse a todo tipo de cosas. Todos ellos se conciben habitados por un espíritu dotado de ciertas fuerzas (mana) capaz de incrementarse o debilitarse, volverse benefactora o peligrosa.
    
El animismo constituye el primer sistema inventado por los hombres.
    
Para los guaraníes el universo entero estaba poblado por almas sagradas benefactoras y almas animales peligrosas.
   
El hombre mismo estaba poblado por dos, tres y hasta cuatro almas. La más importante  de ellas  de origen sagrado. La acompañaba un alma animal que prácticamente “asaltaba” al sujeto en el momento de su nacimiento, debido a “los innumerables seres ociosos que poblaban la tierra”. Así se constituye la imagen guaraní de la naturaleza humana: el mismo recién nacido está ya lleno de cólera y es por eso que muerde el pecho de su madre.
    
El sistema de creencias guaraní no queda reducido al mismo difuso, como tiende a suceder en las bandas nómades cazadoras-recolectoras que a menudo conviven territorialmente con ellos.
    
Entre las primeras creaciones de aquel dios figuraba “la luz que emanaba de su propio corazón” y que luego alimentaría a su hijo “Kuarahy”= el sol. También generó palabras y cantos sagrados que “inspirarían a nuestros primeros padres”.Después una llama y tenue neblina que esparcirían “fervor y moderación”.



dios Kuarahy 

Su siguiente creación, cuatro dioses suplementarios y sus consortes, cada uno responsable de algún elemento climático clave y cualidades y recursos humanos: Karaí, dios del fuego y del fervor . Tupá, dios del trueno beatífico y la lluvia, aportaría moderación y sabiduría . Jakairá dios de la neblina vivificante y la medicina, sacralizaba y curaba con su humo toda cosa necesaria. Ñamandù Py’a Guachú, confundido frecuentemente con el sol inspirador del coraje. Cada uno de estos dioses contaba con una corte de lugartenientes que solían enviarse a la tierra para alguna misión, También eran encargados de enviar las palabras-almas para que se encarnasen  en cada niño, mediante los buenos oficios del shamán.

Luego Ñamandú creó la primera tierra con sus inviernos y primaveras que se alternarían cíclicamente, generando estaciones anuales y un mundo circular del “eterno retorno”, donde todo se destruye para volverse a crear. Sin embargo, aquella primera tierra fue destruida porque Ñamandú no tolero la conducta indecorosa de sus primeros hijos, que pecaban de incesto, la “unión nefanda” . Ello le valió un diluvio que acabo con la primera morada y sus almas fueron convertidas en animales.
   
Después se decidió a crear la segunda tierra, Ñamandú envió a su hijo Tupá. Se creó un mundo ordenado con cada especie animal ocupando un lugar en ella, nuestro primer padre decidió proveer a la tierra de un héroe cultural, fundador de la estirpe guaraní, sus usos, costumbres, normas e instituciones.
   
“Kuarahy” = el sol, el héroe cultural, fue generado por un dios en el vientre de una niña púber, sin unión sexual. Vivió luego aventuras similares a las de héroes como Edipo, Moisés y otros. Entonces Kuarahy es el modelo de conducta de todo guaraní.
   
“Jasyra” = futura luna, es el hermano del sol y su compañero se sus correrías. Es pícaro y causante de cosas fuera de lugar como la menstruación, el adulterio, la mortalidad, la seducción y otras picardías.
   
El enemigo de Kuarahy pariente adoptivo suyo, es el “Añá” = demonio-jaguar identificado con el blanco u otros enemigos. El antiguo pueblo de los añá  devoró a la madre de Kuarahy y este se vengó destruyéndolos. La única sobreviviente concibió incestuosamente a su hijo y éste fue el causante e inspirador de toda cosa dañina, destructiva y peligrosa : desde la palmera con espinas y los mosquitos hasta la persistencia de la conducta incestuosa y la locura.( Un guaraní enloquecido es un “Jaguareté-avá”.)



lunes, 22 de octubre de 2012

Organización Social





Los guaraníes tienen basan su organización social. Económica y política en la familia extensa; esto es, grupos macrofamiliares que detentan formas de organización y de ocupación espacial determinadas por relaciones de afinidad y consaguinidad dentro de los tekoha. Los grupos están compuestos por la pareja, sus hijos, los yernos, los nietos los hermanos y hermanas y constituyen una unidad de producción y consumo.
A cada una de las familias extensas le corresponderá, como condición de su existencia, un liderazgo, en general un hombre al que denominan Tamõi (abuelo), no siendo raro, tampoco, la existencia de una líder mujer en una familia extensa a la que denominan Jari (abuela); en este caso la incidencia es mayor entre los ñandeva. El líder familiar aglutina parientes y los orienta política y religiosamente. Le corresponden también las decisiones acerca del espacio que ocupa su grupo en el tekoha y donde las familias nucleares (padres e hijos) pertenecientes a su grupo familiar distribuyen sus residencias, plantan sus campos y utilizan los recursos naturales disponibles. En la actualidad, las familias nucleares viven en residencias aisladas y dispersas dentro del área disponible del tekoha, que está referidas, no obstante, a la casa y a la presencia del tamõi o de la jari. Las casas de estos individuos mencionados son lugares que centralizan la actividad y en torna a las cuales se mueve toda la familia, donde las personas se reúnen y donde se encontrará un altar (mba’e marangatu) para los jeroky, que constituyen rituales sagrados practicados en forma cotidiana.





Los hombre se casan entre los 16 y los 18 años mientras que las mujeres pueden hacerlo a partir de la segunda o tercera menstruación, en general entre los 14 y los 17 años. Cuando ocurre la primera menstruación, les cortan el cabello a las niñas quienes se mantienen a resguardo dentro de sus casas donde reciben alimentos y de donde raramente salen por algunas semanas. No existe un ritual específico para los casamientos, determinando los padres del joven, dentro de la pauta tradicional guaraní, la iniciativa de hablar con los padres de la joven sobre el futuro matrimonio. Se espera que los novios estén listos para construir y mantener la casa así como criar a sus hijos.


De la Pubertad a la Madurez



TEMBETÁ


En cuanto a los varones, su ritual de iniciación era colectivo, coincidía con la maduración de los primeros frutos del maíz, considerado alimento de los dioses por los guaraníes. Los adolescentes eran tomados por el shamán y sus ayudantes y emborrachados, en tal momento los jóvenes recibían sus “cantos iniciales” y luego les perforaban el labio inferior para introducirles el “tembetá”. Este era el símbolo de la masculinidad que los incorporaba como adultos aptos para la caza, la paternidad, la guerra y la sacrilidad.



Antes de llegar a la pubertad, los muchachos se someten a un ritual de ejercicios religiosos que dura varias semanas y que culmina con la perforación de un orificio en el labio inferior para colocar el TEMBETA un trozo de madera, piedra, metal o hueso que demostraba su pertenencia a la tribu.




El antiguo tembetá guaraní era, según los hallazgos arqueológicos, hecho de cuarzo en forma de una "T", de 10 cm de largo. Los brazos de la T quedaban dentro de la boca y evitaban que cayera










Las almas de los difuntos






Las almas de los difuntos se pueden dirigir al cielo, a una montaña o a un lugar alejado de la Tierra, donde se encuentra una aldea semejante a la de los vivos.

Encender fuego y depositar algunos alimentos al lado de una sepultura reciente es una práctica habitual. También se producen ritos de purificación de los parientes del difunto y de las personas que han estado en contacto con el cadáver. Algunos ritos se utilizan para alejar el espíritu de la aldea y dirigirlo hacia su nueva morada.

Los guaraníes enterraban el difunto en un YAPEPÓ que es una vasija de cerámica grande, la cual se utilizaba, antes de adquirir la función de féretro, para la cocción de alimentos, para la fermentación de bebidas alcohólicas y para servirlas en los agasajos.






Enfermedades - Chamán



Se concebía a la enfermedad como un desequilibrio en la lucha entre almas sagradas y animales.

Según las creencias expuestas, algunas enfermedades provienen de personajes sobrenaturales y otras de seres humanos que saben manejar las fuerzas sobrenaturales. Estas enfermedades se pueden curar a través de los mediadores religiosos.

Pero también existen enfermedades naturales, para cuya curación los chamanes utilizan plantas medicinales, sobre las que poseen un amplio conocimiento. Las plantas también se utilizan en el parto y para aumentar o disminuir la natalidad del poblado.

Además de curar, el chamán cumple otras funciones como son la de predecir el porvenir, interpretar los presagios, encantar la caza, distribuir la fuerza mágica a los que la necesitan y organizar y presidir las ceremonias religiosas.


Como no encontraron templos ni imágenes de dioses, los españoles creyeron que los guaraníes no tenían religión.
    
No habían reparado en unos personajes muy particulares, a quienes la gente respetaba y reverenciaba. Eran los paí, payés o chamames, es decir los mediadores entre el mundo sobrenatural y el de los hombres comunes. Habían recibido dones especiales y eran los únicos capaces de adivinar el futuro, curar o causar enfermedades y, empleando su fuerza mágica, dominar la lluvia, hacer crecer los frutos más rápidamente y ayudar a los guerreros para vencer a sus enemigos.
    
Los payés adquirían conocimiento por medio de sueños. Antes de entrar en trance y quedar como dormidos, rezaban y esperaban que, en el sueño, sus espíritus auxiliares le revelaran cómo curar una enfermedad, dónde encontrar tierras más fértiles y mejores lugares de caza, quién era autor  de un maleficio, etc.
   



Conocían una asombrosa variedad de remedios obtenidos de animales y plantas y, además, sabían conjuros para alejar a los añás, perversos espíritus de la selva, dedicados a hacer fracasar cualquier tarea humana.
    
A veces, un payé adquiría tanto prestigio y autoridad que era apreciado en toda una zona y tenía el privilegio de transitar libremente entre comunidades en conflicto. Recibía el nombre de Karaí -que significa "sabio"- y le atribuían el poder de dominar a la naturaleza, de convertir a la gente en animales y de transformarse él mismo en jaguar. Considerado como una especie de profeta, iba de aldea en aldea y, cada vez que se anunciaba su llegada, todos salían a recibirlo cantando y bailando. Dirigía las grandes ceremonias y fascinaba a la gente con sus discursos.

Para perfeccionar sus dones, los Karaí se imponían una vida austera: vivían en soledad, rezaban , hacían penitencias y ayunos. Durante la Conquista española, estos profetas unieron su condición de chamanes con la de líderes políticos y encabezaron la resistencia contra los invasores.




Aislamiento del padre x nacimiento del hijo



También creen que la vida humana está jalonada por estados de crisis que requieren ritos y precauciones especiales. Así, después de un nacimiento, el padre descansará durante una semana en completo aislamiento, seguirá una dieta rigurosa y le está prohibido trabajar, ya que creen que el comportamiento paterno influye en la salud del niño.


Ritual Menstruación




En el caso de la niña, su primera menstruación se juzgaba tan contaminante y peligrosa que era rodeada de una verdadera red de tabúes y completamente aislada. El advenimiento de la sexualidad en virtud de esta concepción, estaba muy lejos de ser considerado un acontecimiento biológico individual: la sociedad entera se movilizaba y cuidaba la estricta observancia del ritual.