dios Tupá
La base de todo el sistema de creencias guaraní era el animismo. Esto es, la creencia en que entidades espirituales animan y permiten manifestarse a todo tipo de cosas. Todos ellos se conciben habitados por un espíritu dotado de ciertas fuerzas (mana) capaz de incrementarse o debilitarse, volverse benefactora o peligrosa.
El animismo constituye el primer sistema inventado por los hombres.
Para los guaraníes el universo entero estaba poblado por almas sagradas benefactoras y almas animales peligrosas.
El hombre mismo estaba poblado por dos, tres y hasta cuatro almas. La más importante de ellas de origen sagrado. La acompañaba un alma animal que prácticamente “asaltaba” al sujeto en el momento de su nacimiento, debido a “los innumerables seres ociosos que poblaban la tierra”. Así se constituye la imagen guaraní de la naturaleza humana: el mismo recién nacido está ya lleno de cólera y es por eso que muerde el pecho de su madre.
El sistema de creencias guaraní no queda reducido al mismo difuso, como tiende a suceder en las bandas nómades cazadoras-recolectoras que a menudo conviven territorialmente con ellos.
Entre las primeras creaciones de aquel dios figuraba “la luz que emanaba de su propio corazón” y que luego alimentaría a su hijo “Kuarahy”= el sol. También generó palabras y cantos sagrados que “inspirarían a nuestros primeros padres”.Después una llama y tenue neblina que esparcirían “fervor y moderación”.
dios Kuarahy
Su siguiente creación, cuatro dioses suplementarios y sus consortes, cada uno responsable de algún elemento climático clave y cualidades y recursos humanos: Karaí, dios del fuego y del fervor . Tupá, dios del trueno beatífico y la lluvia, aportaría moderación y sabiduría . Jakairá dios de la neblina vivificante y la medicina, sacralizaba y curaba con su humo toda cosa necesaria. Ñamandù Py’a Guachú, confundido frecuentemente con el sol inspirador del coraje. Cada uno de estos dioses contaba con una corte de lugartenientes que solían enviarse a la tierra para alguna misión, También eran encargados de enviar las palabras-almas para que se encarnasen en cada niño, mediante los buenos oficios del shamán.
Luego Ñamandú creó la primera tierra con sus inviernos y primaveras que se alternarían cíclicamente, generando estaciones anuales y un mundo circular del “eterno retorno”, donde todo se destruye para volverse a crear. Sin embargo, aquella primera tierra fue destruida porque Ñamandú no tolero la conducta indecorosa de sus primeros hijos, que pecaban de incesto, la “unión nefanda” . Ello le valió un diluvio que acabo con la primera morada y sus almas fueron convertidas en animales.
Después se decidió a crear la segunda tierra, Ñamandú envió a su hijo Tupá. Se creó un mundo ordenado con cada especie animal ocupando un lugar en ella, nuestro primer padre decidió proveer a la tierra de un héroe cultural, fundador de la estirpe guaraní, sus usos, costumbres, normas e instituciones.
“Kuarahy” = el sol, el héroe cultural, fue generado por un dios en el vientre de una niña púber, sin unión sexual. Vivió luego aventuras similares a las de héroes como Edipo, Moisés y otros. Entonces Kuarahy es el modelo de conducta de todo guaraní.
“Jasyra” = futura luna, es el hermano del sol y su compañero se sus correrías. Es pícaro y causante de cosas fuera de lugar como la menstruación, el adulterio, la mortalidad, la seducción y otras picardías.
El enemigo de Kuarahy pariente adoptivo suyo, es el “Añá” = demonio-jaguar identificado con el blanco u otros enemigos. El antiguo pueblo de los añá devoró a la madre de Kuarahy y este se vengó destruyéndolos. La única sobreviviente concibió incestuosamente a su hijo y éste fue el causante e inspirador de toda cosa dañina, destructiva y peligrosa : desde la palmera con espinas y los mosquitos hasta la persistencia de la conducta incestuosa y la locura.( Un guaraní enloquecido es un “Jaguareté-avá”.)