lunes, 22 de octubre de 2012

Las almas de los difuntos






Las almas de los difuntos se pueden dirigir al cielo, a una montaña o a un lugar alejado de la Tierra, donde se encuentra una aldea semejante a la de los vivos.

Encender fuego y depositar algunos alimentos al lado de una sepultura reciente es una práctica habitual. También se producen ritos de purificación de los parientes del difunto y de las personas que han estado en contacto con el cadáver. Algunos ritos se utilizan para alejar el espíritu de la aldea y dirigirlo hacia su nueva morada.

Los guaraníes enterraban el difunto en un YAPEPÓ que es una vasija de cerámica grande, la cual se utilizaba, antes de adquirir la función de féretro, para la cocción de alimentos, para la fermentación de bebidas alcohólicas y para servirlas en los agasajos.






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